Cálidas aguas de suaves piedras blancas, playas de fina arena ocultas a la vista de curiosos, acantilados abruptos de belleza salvaje, dos pequeñas islas y cuatro puertos, nos invitan a disfrutar del Mediterráneo en Altea, sin menospreciar las ventajas que la misma ciudad ofrece a sus visitantes.
Restaurantes típicos, fácil acceso desde la carretera, duchas de agua dulce, limpieza de playas, mantenimiento y reposición de papeleras y contenedores a diario, depuración de aguas residuales, vigilancia y protección por la Cruz Roja, deportes naúticos y juegos para niños, contemplan la gran oferta que Altea nos brinda para disfrutar mejor de sus playas en vacaciones o durante todo el año.
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